The knife |
The
knife es, probablemente, una de las bandas más importantes de la electrónica
actual. Y lo es por varios motivos.
En primer lugar, lo es por su capacidad de crear nuevos horizontes. Sin discos como Silent Shout, la música actual no sería la misma. No habría Austra, ni iamamiwhoami, ni Arca, ni Grimes, ni cualquier cosa que admita en su sonido la presencia de una voz transgresora y sonidos sintetizados complejos. The knife trajeron a la música pop (con mayor o menor calado, todo hay que decirlo) los sonidos de la vanguardia. Algo similar a lo que hicieron Radiohead en el 2000 con su KID A, pero llevado al extremo, y durante toda una carrera.
En primer lugar, lo es por su capacidad de crear nuevos horizontes. Sin discos como Silent Shout, la música actual no sería la misma. No habría Austra, ni iamamiwhoami, ni Arca, ni Grimes, ni cualquier cosa que admita en su sonido la presencia de una voz transgresora y sonidos sintetizados complejos. The knife trajeron a la música pop (con mayor o menor calado, todo hay que decirlo) los sonidos de la vanguardia. Algo similar a lo que hicieron Radiohead en el 2000 con su KID A, pero llevado al extremo, y durante toda una carrera.
En
segundo lugar, lo es por la naturaleza políticamente comprometida de su
música. The knife es, aunque no lo parezca, una música para el pueblo. Rechaza las
lujosas manifestaciones artísticas de la aristocracia, los trajes de chaqueta, las
altas esferas, el elitismo y el clasismo. Su música no es un artificio vacío,
es un cóctel molotov feminista que al reventar lo llena todo de fuego. Cuando
lanzaron Shaking the habitual, se
pusieron un chándal y llevaron su música a los festivales, donde debía sonar.
Sus canciones hablan (o cantan, o gritan, o murmuran, o lo que sea) sobre
problemas que nos deberían importar a todos. La cuestión del sexo y el género.
La cuestión del liberalismo y el reparto desigual de la riqueza. El esclavismo
moderno. El patriarcado.
Hoy os
traigo dos canciones de su último disco, Shaking
the habitual, un ambicioso proyecto que tenía por objetivo deconstruir una
serie de cuestiones unánimemente aceptadas en la cultura de occidente,
empezando por el propio concepto de qué es música, y pasando por la cuestión de
la propiedad, del binarismo sexual, de la implantación de fronteras, de las
oposiciones de clases, etc.
A tooth for an eye es un tema de 2013 que hoy,
con la cuestión de los refugiados, adquiere aún más relevancia si cabe. Trata
de desmontar el castillo de naipes que es una civilización capitalista, ese
existir ignorando la coexistencia del resto del mundo. Además de tener un
sonido maravilloso, potenciado por la voz ultraexpresiva de Karin, cuenta con
un videoclip sencillo, pero muy ilustrativo, en el que una serie de hombres, de
edades y razas diversas, bailan en un pabellón deportivo siguiendo las
indicaciones de una niña. Tal y como los propios miembros de The Knife dicen en
la descripción del video: A tooth for an eye
deconstruye imágenes de masculinidad, poder y liderazgo. ¿Quién es esa gente en
la que confiamos el papel de líderes y por qué? ¿Qué tenemos que aprender de
aquellos a los que consideramos inferiores? En unas instalaciones deportivas
donde uno tradicionalmente consideraría un grupo de hombres como poderosos y
apoderados, una líder inesperada emerge. Una niña entra y permite a los hombres
dejar ir sus jerarquías, su machismo y su miedo a la intimidad, conforme
empiezan a seguirla en su baile. Su falta de pericia y su vulnerabilidad se
dejan ver fácilmente conforme llevan a cabo la coreografía. Los amateurs y los más habilidosos expresan ambos goce y
sensación de libertad; no hay prestigio en su puesta en escena. La niña es
poderosa, dura y dulce, todo al mismo tiempo, rugiendo “te estoy contando
historias, confía en mí”. No hay vergüenza en la feminidad de los hombres, más
bien ella posee un conocimiento que los hombres perdieron hace mucho tiempo.
A
tooth for an eye
(un diente para un ojo)
Bajo
el sol,
mira lo
que tenemos
y los
que no tienen,
mala
suerte.
Hemos
estado de un lado para otro
empujando
el carrito de la compra,
enero
de 2012,
incluso
en los suburbios de Roma.
Un
ladrillo en un castillo,
un campamento
para los que huyen,
la
danza como un arma
libera
mis
ojos,
ojos, ojos, ojos, decidme,
otro
chaval me está chupando el dedo,
ojos,
ojos, ojos, ojos, decidme,
otro
chaval necesita chuparme el dedo.
Bajo
el sol,
recogiendo
montones de flores para mi florero,
eso es
todo lo que tenemos.
En mi
puerta,
una mano
grita,
te
estoy contando historias,
confía
en mí.
Reescribir la historia
para adaptarla
a nuestras necesidades,
abrir mi país,
un
diente para un
ojos,
ojos, ojos, ojos, decidme
otro
chaval me está chupando el dedo,
ojos,
ojos, ojos, ojos, decidme
otro
chaval necesita chuparme el dedo.
Las
mentiras de las fronteras
la idea
de lo que es mío,
un
extraño deseo,
dibujar
líneas con un marcador
echando
leña al fuego.
Full of fire, por otro lado, es un tema
mucho más violento, con una percusión electrónica más cercana al sonido de una
ametralladora. Viene acompañado por un video que, en palabras de Marit Östberg,
artista visual encargada de su realización, nació a partir de las líneas “¿quién se encarga de mi historia?”. ¿Quién se
encarga de nuestras historias cuando la Historia con mayúscula, escrita por
hombres ricos, blancos y heterosexuales, elimina la complejidad de las vidas
humanas, los deseos y condiciones? El video de Full of fire consiste en una red de destinos, miedos,
anhelos, esperas, pérdidas y promesas. Destinos que a primera vista parecen aislados
en sí mismos, pero que, si prestamos atención, podemos ver que, esencialmente,
todo está influido por todo. Nuestras vidas están entrelazadas, y nuestros ojos
en los otros, nuestros sonidos y nuestros olores, significan algo. Nuestras
acciones crean realidad, nosotros creamos a los demás. Nunca somos gente sin
rostro, ni siquiera en las más grises y anónimas calles de la ciudad. Nunca dejaremos
de ser responsables, de ser extensiones de los demás. Nunca dejaremos de
esperar al otro, de esperar algo más.
Full of fire (lleno
de fuego)
A
veces tengo problemas que son difíciles de resolver,
¿cuál
es tu historia?
Esa es
mi opinión.
Las preguntas
y sus respuestas pueden llevar mucho tiempo.
He
aquí una historia,
es tu
opinión.
De
todos los chicos y los señores
que escribirán
mi historia,
se
sacan la foto, obtienen la gloria,
¿quién
se encarga de mi historia?
Todos
los chicos y los señores, contando otra historia falsa.
Los
liberales dándome picazón
ahora viviendo,
y siempre en movimiento
No una
vagina,
es una
opción,
la
polla
se lo
merecía,
ja ja ja
ja ja ja
Viviendo
ahora, y siempre en movimiento,
viviendo
ahora, y siempre cayendo
A
veces tengo problemas que son difíciles de resolver,
he aquí
una historia,
esa es
mi opinión.
Cuando
estás lleno de fuego,
¿cuál
es el objeto de tu deseo?
Haciendo
preguntas que son fáciles de responder.
Cuando
estás lleno de fuego,
¿cuál
es el objeto de tu deseo?
Hablemos
de género, cariño,
hablemos
de ti y de mí.
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